HELECHOS

JARDÍN DE HELECHOS. Donas-Gondomar.

LOS HELECHOS

              El mundo del coleccionismo es de lo más variopinto y nadie se extrañaría si alguien expusiera su colección de tazas de water, palos de fregona, o cántaros de barro. El mundo de las plantas no es ajeno a esta fiebre siendo habitual que mucha gente tenga debilidad por cactus, suculentas, orquídeas, carnívoras, o bonsais. Los británicos, muy suyos, se reúnen en sociedades que incluyen plantas de lo más pintoresco: British Clematis Society, es decir, Clemátides, que son unas ranunculáceas básicamente trepadoras, o la British Streptocarpus Society, ¿Strepto qué? Streptocarpus, pues eso, una suerte de violeta africana (Saintpaulia) que se conoce, más llanamente, como Prímula del Cabo.

             Otras sociedades británicas son más normales y engloban a coleccionistas de tulipanes, rosas, dalias o, como es mi caso de helechos así, en el colmo del friquismo, soy miembro de

 la British Pteridological Society y, más pronto que tarde, haré el asalto al poder empezando por socavar lo establecido para lo que he preparado unas frases de lo más original como Yes we can o váyase Mister Alison que tal es el nombre del nota que dirige el cotarro. ¿Brext?. A mi qué.

Me da que los británicos buscan cualquier escusa para acabar bebiendo cerveza en el pub.

Los helechos (Pteridophyta) son plantas vasculares que, por decirlo sencillo, son aquellas que tienen raíz, tallo y hojas y, dentro de este grupo, son las más antiguas de la tierra pues ya estaban en nuestro planeta cuando los dinosaurios no eran ni tan siquiera un proyecto. Aparecen en el Devónico, hace 420 millones de años y, en aquel entonces, la proporción de CO2 en la atmósfera era 5 veces mayor que la actual, al aumentar el oxígeno lo normal sería que se extinguieran pero, afortunadamente, no ha sido así. Este cambio de condiciones es el que da lugar a que su hábitat actual más corriente sea el de sitios umbríos y húmedos, además de necesitar agua para que su reproducción sea efectiva.

                  Si, como decíamos, los helechos tienen raíz, tallo y hojas, ¿En que se diferencian del resto de las plantas de la misma índole?, pues en su sistema de reproducción sexual, mientras en las plantas mal llamadas "superiores" se realiza mediante semillas, en helechos, este fin se lleva a cabo mediante esporas, sistema que comparten con musgos, líquenes o algas entre otras y, vienen siendo estructuras unicelulares que, en el caso de los helechos, se encuentras generalmente en el envés de las frondes, aunque hay especies como la Osmunda que da un racimo en el ápice o como Blechnum spicant que tiene muy diferenciadas las hojas fértiles de las estériles.
                    Atendiendo a las esporas hay dos tipos de helechos, los isospóreos con las esporas todas iguales y las heterospóreas  que tienen unas de gran tamaño o macrosporas y , por  definición femeninas y las microsporas, de tamaño muy pequeño y que se entienden como masculinas.
                   A grades rasgos podemos diferenciar dos grupos de helechos: Licófitos como Isoetes, Licopodium o Selaginella y los Monilífitos con los arbóreos como Cyathea o de menor tamaño como Nephrolepis

 

Están determinadas cerca de 12.000 especies de helechos en todo el mundo y solo 71 de ellos son autóctonos de la Comunidad de Galicia, número que a mí se me hace un tanto generoso, de todas formas si buscamos por nuestra “Área Metropolitana”, solo encontraremos entre 30 y 40 especies, siendo afortunados.