jueves, 12 de julio de 2018

REPRODUCCIÓN DE HELECHOS (I)


REPRODUCCIÓN DE HELECHOS (I)



       Voy a narrar la experiencia personal referente a la producción de helechos con la única pretensión de que a alguien le resulte útil. Los medios utilizados son sencillos y creo que asequibles.


Los helechos se reproducen de dos maneras, una sexual mediante esporas y otra asexual, que no se puede hacer con todos, y hay diferentes maneras. Comencemos por la reprodución sexual.

Lo primero que tuve que hacer fue conseguir las esporas pero como quería probar varias formas utilicé lo que tenía más a mano, en este caso usé a Cyathea cooperii como cobaya, pues dispongo de varios ejemplares de esta planta con unos 15 años y entre 2,5 y 3,5 metros de altura de tronco y producen esporas en abundancia.

Para ello busqué en las frondas los soros maduros (especie de grano donde se encuentran las esporas), corté unos cuantos foliolos y los dispuse en una caja que previamente había forrado con papel satinado en la base, las hojas deben tener los soros para abajo. Se puede usar cualquier tipo de papel, incluso de periódico, pero en el satinado las esporas resbalan mejor, de todas formas, si se quedan pegadas, podemos pasar suavemente un pincel para recogerlas. Es recomendable colocar la caja en sitio seco y cálido.

Hoja de Cyathea sobre el papel
 


Tras retirar la hoja podemos ver las esporas


Al cabo de tres días la cantidad de esporas que habían soltados los soros era muy considerable, las retiré, guardé en un frasco cerrado y lo introduje en el refrigerador más o menos donde se colocan las bebidas.
            Otro sistema de recogida de esporas se realiza haciendo un atado de frondas, se colocan boca abajo y se introducen en una bolsa. Las esporas se irán soltando y depositándose en el fondo
 
              Se pueden conseguir esporas adquiriéndolas por internet, la experiencia que tengo al respeto no es precisamente la mejor. Por poner un ejemplo compré esporas de Arcypteris y me nacieron culandrillos (Adiantum), afortunadamente el A. pedatum, que no tenía en la colección,

Soros de Osmunda en zona apical
y unos helechos hembra que en mi tierra nacen por todas partes
Soros de Phlebodium en el envés



Llegamos al momento de la siembra. En primer lugar el recipiente, yo me decidí por el invento del Sr. Tupper, el tupperware, pero también se usan cajas de porespán con un cristal encima o una caja plástica envuelta en film transparente tipo invernadero. Lo más cómodo es el tupper con la ventaja de que nos ahorraremos el tener que regar pues cierran herméticamente El tamaño del recipiente irá acorde con lo que queramos sembrar, a mi me gusta que sean más bien profundos.
Tupper de los utilizados para la siembra de esporas


Sea cual sea el sustrato que utilicemos conviene meterlo en el microondas y dejarlo 10 minutos a la máxima potencia, con ello eliminaremos insectos, hongos, musgos y demás tipos de elementos que puedan echar al traste el trabajo. Una vez no lo hice y tenía, días después, un montón de insectos pululando por la tierra, lo dejé así, no se conforma el que no quiere, si no nacen helechos, monto un zoológico.



TIPOS DE SUSTRATOS



El sustrato de bolsa que venden en viveros y floristerías me sirvieron de comienzo pero el resultado, aunque nacieron, no fue el esperado. También había leído que para las esporas lo mejor es la tierra vegetal, es decir, la de campo o jardín, hice dos nuevas pruebas una unicamente con tierra vegetal y otra al 50% de vegetal y 50 % sustrato de floristería. El resultado mejoró ampliamente en ambos casos. Cosa buena.

En el tercer experimento compré fibra de coco, se vende en tacos que hay que humedecer, va inchando y multiplica el volumen por ocho. Pasaron los meses y no me nació nada. Un fracaso en toda regla. Gente de confianza me ha dicho que tampoco dan resultado ni la arena ni la turba rubia aunque no puedo corroborarlo porque ya no hice tal prueba.

El último que realicé recurrí nuevamente al sustrato de floristería pero en este caso hice una mezcla a partes iguales con una tierra que recogí donde apilamos las hojas que caen en otoño e invierno, con el tiempo van pudriendo y llega un momento que se convierte en un excelente compost. Con esta mezcla el éxito fue total, incluso nacieron más prótalos de los previstos.


LA SIEMBRA


Una vez preparado el sustrato procederemos a la siembra primeramente abrimos el tupper y echamos tierra hasta un tercio de la altura del tupper. Aprisionamos la tierra con la mano (o un taco) y la dejamos lo más llana posible, a continuación pulverizamos con agua hasta que la tierra alcanza un buen grado de humedad, pero que no se encharque.

Preparamos las esporas, que conviene tamizarlas previamente con un colador porque nos eliminará impurezas. Las espolvoreamos lo más uniformemente posible y volvemos a pulverizar.
Tapamos el tupper lo colocamos en un sitio que sea preferiblemente claro pero que nunca le dé el sol directo
Prótalos nacidos en el tupper.
OBSERVACIONES



Las esporas son lentas y lo normal es que, como mínimo, tarden 2 meses en formar los prótalos, pero mejor tener paciencia, a veces hay que esperar hasta un año y si en ese plazo no salen hay que hacerse a la idea de que no nos funcionó.

El clima es fundamental porque se mejora el nacimiento, necesitamos unas 12 horas de luz y una temperatura de entre 22 y 25 ºC, en zonas tropicales o subtropicales el problema es inexistente, pero para mi, que vivo en Galicia, la cosa cambia, por eso prefiero sembrar a principios de marzo  donde las horas de luz ya son considerables que me sirve hasta septiembre, en el hemisferio austral es exactamente al revés.

Para el resto del año me busqué la vida y construí un pequeño invernadero de 2,5x1,5 metros en el que coloqué una pantalla de led y un pequeño calefactor con termostato a unos 22ºC con lo que suplemento la falta de luz y temperatura.












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